Algunas asociaciones denuncián la perdida de los valores reivindicativos propios del movimiento LGTBI en favor del enriquecimiento de una elite empresarial
Decía Shangay Lily que el capitalismo estaba engullendo los principios de lucha por los derechos LGTB para crear una marca gay absolutamente comercial y despolitizada. El activista llegó a definir este proceso económico con el nombre de Capitalismo Rosa o Gaycapitalismo.
Según algunos colectivos como Orgullo de Periferia y Orgullo Crítico, durante los últimos años una élite empresarial ha venido construyendo un tejido económico vinculado a una marca gay totalmente despolitizada y mercantilizada. Esta tendencia empresarial de vincular lo gay con el ocio y la noche “no hace otra cosa que banalizar una lucha”, denuncia David Molina, integrante del colectivo Orgullo Vallecano.
Según algunos colectivos como Orgullo de Periferia y Orgullo Crítico, durante los últimos años una élite empresarial ha venido construyendo un tejido económico vinculado a una marca gay totalmente despolitizada y mercantilizada. Esta tendencia empresarial de vincular lo gay con el ocio y la noche “no hace otra cosa que banalizar una lucha”, denuncia David Molina, integrante del colectivo Orgullo Vallecano.
Algunas plataformas por los derechos de LGTB, entienden que existe una élite empresarial madrileña que viene utilizando la diversidad sexual como objeto de enriquecimiento y negocio.
Pedro Serrano y la empresa de ocio nocturno Trip Familly, Juan P. Juliá y su red de hoteles 'Axel', Juan Pedro Tudela, fundador de Diversity Consulting (empresa que ofrece asesoramiento a comercios y negocios del ámbito gay) o el empresario y promotor Miguel Ángel Flores (imputado por el caso Madrid Arena) son algunos de los empresarios agrupados en AEGAL, una asociación comercial enfocada a un público gayfriendly y que, entre otras cosas, se encarga de gestionar la fiesta del Orgullo Gay madrileño.
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