domingo, 14 de junio de 2015

La causa de beatificación de Onésimo Redondo “en estudio” en la Archidiócesis de Valladolid

Sacado de: http://desdemicampanario.es/2015/03/02/la-causa-de-beatificacion-de-onesimo-redondo-en-estudio-en-la-archidiocesis-de-valladolid/

ONESIMO_REDONDO
Onésimo Redondo Ortega figura entre los miembros de laAsociación Católica de Propagandistas [1] cuya causa de beatificación se encuentra “en estudio”, en este caso por la Archidiócesis de Valladolid, junto con la del militar y también falangista Gonzalo Ortiz Portillo.
Reproducimos sus referencias biográficas tal y como aparecen en la web oficial de dicha Asociación
Gonzalo Ortiz Portillo
Militar de probados méritos y brillante carrera, era el hombre de confianza de Onésimo Redondo, el fundador de las J. O. N. S. [2] Ingresó en la Academia de Caballería en septiembre de 1916. Fue ascendido a capitán el 1 de octubre de 1925. En el 1929 se le concedió la medalla del Mérito Militar, y el año 1931 se encontraba destinado en Tajersit, en el Marruecos español, al frente de la Mehal-la Jalifiana del Rif número 5. El advenimiento de la República le movió a apartarse de sus actividades militares, inclinándolo a la política y al periodismo. Demostró siempre cualidades de gran entereza y de hombre de arraigada fe.

Onésimo Redondo
Figura muy destacada como fundador de las J. O. N. S. en el campo de la política, tuvo desde muy joven una señalada actuación en el orden católico-social. Se había licenciado en Derecho en 1926 en la Universidad de Salamanca. Como protagonista tomó parte en la Asamblea Regional de Castilla y León en la Semana Santa de 1930, representando a Valladolid. Orador vibrante, temperamento lleno de noble exaltación patriótica, se entregó en cuerpo y alma a lo que creía labor más urgente. Cayó asesinado cuando una vez iniciado el Movimiento se dirigió al Alto de los Leones para visitar a los jonsistas y falangistas vallisoletanos que habían ocupado aquella posición en la Sierra. Cometió la imprudencia de que su viaje fue anunciado con toda precisión por la radio, lo que hizo facilísimo que miembros de la columna roja de Mangada que andaban por Villacastín le interceptasen el camino a la altura del pueblo de Labajos. Allí cayó con quienes le acompañaban, menos uno que pudo salvarse, abatido por ráfagas de ametralladora.
Según informa el Secretariado de Causas de Canonización de la ACdP, en la sección “Causas en estudio para su apertura” se incluye enlace a los nombres y biografías de otros propagandistas que murieron en circunstancias que podrían hacer posible el inicio de su Causa, o que ya han sido iniciadas pero que aún no han sido declarados Siervos de Dios o Venerables. A continuación, se explica:
El 28 de noviembre todos los centros de la A. C. N. de P. conmemoran solemnemente el aniversario de nuestros mártires y nuestros héroes. El centro de Madrid alcanzó la proporción de un caído por cada cuatro propagandistas. El número de los muertos supone una sexta parte de los propagandistas que entonces formaban la Asociación.
El Consejo Nacional, en su última reunión de 28 de octubre de 1961, acordó que el día 29 de noviembre los Centros de A. C. N. de P. conmemorasen solemnemente el 25 aniversario de nuestros mártires que entregaron su alma a Dios durante la Cruzada, fecha en la que Luis Campos Górriz alcanzó su palma. La Asociación siempre ha tenido ante su consideración la memoria de sus caídos como un documento acreditativo de su estirpe racialmente católica y española, el “martirio” de su amor por Cristo y por su Patria.
Una larga lista de cerca de un centenar de compañeros nuestros, que llegada la gran hora no vacilaron en ponerse en vanguardia y sacrificar su vida por la fe que siempre habían profesado, acreditan a la Asociación ante Dios y ante los hombres. Por eso, la Asociación no puede olvidar a quienes al conquistar con su sangre la verdadera gloria, tanta gloria le dan a ella misma.
Esa larga lista supone que por lo menos una sexta parte de los hombres que entonces componían la Asociación Católica de Propagandistas, cuando decían que eran católicos, lo eran de verdad y con todas sus consecuencias -téngase en cuenta que solamente fueron sometidos a prueba los propagandistas de media España-. Algunos Centros quedaron, como el de Toledo, totalmente exterminados. El de Madrid arroja una proporción de uno por cada cuatro. Lo más consolador es que en medio de tan brava y despiadada persecución no se registrase ni un sólo caso de apostasía; todos pelearon como buenos soldados de Cristo.
La noticia se hizo pública coincidiendo con la concesión por el Ayuntamiento de Valladolid de la licencia para derribar el monumento a Onésimo Redondo ubicado en el Cerro de San Cristóbal y objeto de innumerables agresiones por los ideólogos de la memoria histórica. El Ministerio de Industria, propietario de los terrenos, será el que se encargue del derribo.
Ambas instituciones están en manos del Partido Popular, caracterizado representante de la derecha liberal y aburguesada que nunca perdonó a Onésimo Redondo su decidida opción por la justicia social, fruto de su fe y su patriotismo.
[1] Entonces denominada Asociación Católica Nacional de Propagandistas.
[2] Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista.

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