sábado, 12 de septiembre de 2015

Conociendo al sedevacantismo

SEDEVACANTISMO Y SEDEVACANTISTAS

El término Sedevacantismo deriva de Sede vacante. Sobra decir qué es y por qué. Todos cuantos estamos en la defensa de la Fe contra el deuterovaticano concilio usamos ese nombre (aunque algunos no gusten de él). Sin embargo, no todos los sedevacantistas son iguales. De ahí que se deriven algunas clases de sedevacantistas, que fueron definidas en SURSUM CORDA (otras son de nuestra autoría); y citamos a continuación:
  
Opinionistas.
   
Los sedevacantistas opinionistas son aquellos que sostienen que la sede vacante es una cuestión de opinión y que la misma no es obligatoria como dogma de fe. Para ellos los católicos no pueden ser obligados a sostener que Ratzinger/Benedicto XVI (hoy Begroglio/Francisco I) es o no Papa, lo que importa es la resistencia contra la Iglesia Conciliar. El opinionismo se basa en la premisa de que es imposible declarar formal y canónicamente la herejía de un Papa y sus sucesores inmediatos en la medida de que éstos sigan a aquel en sus errores, herejía o cisma.
    
El opinionismo sostiene que no es obligatorio reconocer la Sede Vacante ya que no se puede declarar la herejía de un Papa.
   
Totalistas.
  
Los totalistas son aquellos sedevacantistas que sostienen que los Papas del Concilio Vaticano II no son verdaderos Papas y que carecen de cualquier poder, sea de orden o de jurisdicción. Se basan principalmente en la Bula Cum Ex Apostotalus para sostener que desde Roncalli/Juan XXIII al presente (algunos desde Montini/Paulo VI) las elecciones fueron absoluta y totalmente inválidas. Los ocupantes del Vaticano no tienen ningún poder, ni siquiera de jurisdicción y por lo tanto la Santa Sede se encuentra total y absolutamente vacante.
  
El sedevacantismo totalista (que es la tesis más aceptada), concluye que basta que el Papa incurra en herejía para que la Sede Apostólica se considere vacante.
   
Material-Formalistas / Tesis de Cassiciacum o de Monseñor Guerard des Lauriers.
   
Se trata de una de las tesis teológicas mas elaboradas que existen en la actualidad. La misma se basa en la distinción entre “materia” y “forma”. Además parten del principio que la Iglesia Conciliar y sus jerarcas no fueron declarados legalmente como no católicos, en efecto, nadie puede juzgar al Papa, aunque es un principio Canónico que un Papa dudoso no es Papa y por lo tanto se lo puede desobedecer para defender la Fe Católica.
   
Los Papas del Vaticano II no son verdaderos Papas, sino únicamente “Papas materiales”, es decir, Papas electos que no pueden convertirse realmente en los Sucesores de San Pedro porque adhieren al modernismo. Como Papas materiales tienen únicamente la sucesión material, tal como ocurre con los cismáticos de la Iglesia Bizantina, quienes conservan el poder para nombrar obispos y párrocos en sus territorios, pero que no pueden ejercer lícitamente, en cambio, si se convirtieran a la Fe Católica, podrían ejercer sus poderes con total licitud. Este es un principio canónico llamado “Sucesión material”, es decir la sucesión de una posición de poder sin recibir el poder, tal como ocurre también con la Iglesia Copta en Egipto, algo que fue reconocido en el Primer Milenio, luego de que éstos se separaran de la Comunión de los Santos.
  
De la misma manera, quienes sostienen la Tesis de Cassiciacum postulan que los jerarcas de la Iglesia Conciliar tienen una elección lícita, pero por ser herejes no pueden asumir sus cargos. En caso de abjurar de sus errores y herejías, recibirían la sucesión, no solo material, sino formal.
     
Mons. Guérard des Lauriers señala en la Tesis de Casiciacum que un Papa incurso en herejía ostenta el poder, pero NO LO PUEDE EJERCER LÍCITAMENTE hasta que abjure de la herejía.
   
“Home Alone” (Sedefinistas).
   
Este grupo es más fuerte en Estados Unidos que en cualquier otra parte. Se trata de sedevacantistas que sostienen que en la actualidad no existe ningún obispo ni sacerdote que pueda administrar los sacramentos con licitud ya que con la muerte de Pío XII la jurisdicción se extinguió, dado que el único que puede entregarla es el Papa. Además sostienen que todos los sacerdotes y obispos de la primera generación de la Resistencia Católica adhirieron en algún momento a la herejía Conciliar, bien porque firmaron los documentos del Concilio Vaticano II, bien porque no declararon la sedevacante o bien porque reconocieron a Juan XXIII/Roncalli como Papa tras la muerte de Pío XII. Para otros, sólo los sacerdotes que rechazaron el Vaticano II desde sus inicios tienen autoridad real para continuar con la resistencia.
   
Para los “Home Alone”, la Iglesia Militante no cuenta con sacramentos, pues casi todos los sacerdotes y obispos que son tradicionalistas rechazaron el Vaticano II al finalizar éste y/o al comenzar su aplicación (por lo cual, no serían aptos para la Resistencia).
  
Esta posición extrema es muy cercana a la herejía de los donatistas contra la cual predicó San Agustín.
  
Sirianistas / Papa Siri / Papa de Rojo.
   
Los sirianistas son aquellos que sostienen que en 1958 o 1962 fue electo el Cardenal Giuseppe Siri como Papa y que él adoptó el nombre de “Gregorio XVII”, empero, la Unión Sovietica presionó para que Siri renunciara inmediatamente y se procediera a una nueva votación, de la cual salió Roncalli/Juan XXIII. Para ellos, Siri fue el verdadero Papa y reinó hasta su muerte a pesar de haber firmado los documentos del Vaticano II y reconocer como Papas a Roncalli, Montini, Luciani y a Wojtyla.
    
El Sirianismo reconoce al Cardenal Giuseppe Siri como el Papa Gregorio XVII, sucesor de Pío XII (retrasando la Sede Vacante hasta la muerte de éste en 1989); a pesar de que firmó los documentos del Vaticano II y reconoció a los antipapas conciliares. Pero se basa en teorías de conspiración.
  
Esta tesis tiene poco adherentes y se basa en teorías conspirativas. Eventualmente algunos de sus defensores realizan algún llamado a un Conclave para elegir a un sucesor de Siri y sostienen que oculto existe un Camarlengo.
  
Misticalistas.
   
Son aquellos que sostienen que Nuestro Señor, la Santísima Virgen o algún santo les informó que la Sede Apostólica estaba o bien vacante o bien usurpada. Un ejemplo es el caso de la señora Verónica Leuken en Estados Unidos sobre Pablo VI, también entrarían en esta categoría aquellos fieles del Palmar de Troya que rechazaron a Clemente Dominguez y Gomez, Antipapa Gregorio XVII pero tampoco reconocieron a Luciani ni a Wojtyla y a todos los obispos sedevacantistas.
     
Los misticalistas declaran: SE APARECIERON JESÚS Y MARÍA, Y DECLARARON QUE RECHAZAN A LOS PAPAS DEL VATICANO II (y a los antipapas que surgen de cuando en cuando).
    
ADDENDA
     
Nos atrevemos a postular otras tres clasificaciones, respecto a la solución:
     
Conclavistas.
    
Este grupo (conformado principalmente entre algunos sedevacantistas totalistas y uno que otro sirianista), sostiene los llamamientos a un Conclave entre obispos tradicionalistas para escoger al Papa legítimo, que guiará a la Resistencia frente a la iglesia conciliar. Pero esta tesis desconoce que la Jurisdicción con la que cuentan actualmente los Obispos tradicionalistas, es Supletoria y no Ordinaria(dado el estado de cosas). Por otro lado, cuenta con malos resultados en su aplicación, porque se ha prestado para que surjan varios Antipapas y líderes cismáticos.
     
Los conclavistas, desesperados por que la Sedevacancia termine, terminan esogiendo antipapas que entran a lidiar con los conciliares (como el caso de David Badwen, Antipapa Miguel I).
       
Restauracionistas.
  
Esta tesis abunda más en Francia y Alemania que en otras latitudes. Diríase que son una rama de los misticalistas, ya que centran sus esperanzas en que en el momento de mayor peligro para la Iglesia (la Persecución final) por parte de la apostasía, Dios mismo ungirá un Papa digno de Sí (que junto al Gran Monarca de la Cristiandad), derrotará y dará muerte al anticristo; y se restaurará la Iglesia Católica, preparando así terreno para el Reinado de Jesús y María. Así interpretan muchas profecías y mensajes de Nuestro Señor, de la Santísima Virgen o de algún santo.
   
Muchas supuestas profecías hablan de un Gran Monarca y de un Papa ungido por Dios que guiará a la Cristiandad frente al anticristo. Pero la realidad es que son malas interpretaciones contra las Sagradas Escrituras, y una lectura nostálgica de la historia.
  
No propiamente los restauracionistas son sedevacantistas (esta creencia es compartida por los tradicionalistas dentro de la iglesia vaticana). El error principal de esta corriente es que se corresponde con el mesianismo judío y el Milenarismo material tantas veces condenado por la Iglesia, ya que anteponen un triunfo terrenal frente al Triunfo espiritual que representa la Segunda Venida de Cristo.
   
Milenaristas parusíacos.
  
Muy pocos adherentes cuenta esta tesis (algunos de los cuales son totalistas, “Home Alone” y uno que otro misticalista). Pero desde cierta perspectiva es la más sensata y la más acorde a la Doctrina y las profecías. Define que la Gran Apostasía que estamos viviendo es una etapa que concluirá en el Juicio final. Luego de éste, Cristo restaurará todas las cosas; y la Iglesia recibirá la Corona de su triunfo sobre el Mal. En una palabra, la intervención de Dios dará fin a la apostasía y Cristo reinará sobre Sus fieles (siendo como es Cabeza y Señor de la Iglesia).
     
El Milenarismo parusíaco cifra su esperanza en la Segunda Venida de Jesús, en la cual la Iglesia saldrá triunfante y gozará de la Presencia eterna de Dios

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