lunes, 22 de junio de 2015

El Pensamiento Legionario de Corneliu Zelea Codreanu

Sacado del "elblogdeldisidente.wordpress.com"
Corneliu Zelea Codreanu
El siguiente texto está destinado a dar a conocer el pensamiento del jefe de uno de los movimientos de reconstrucción nacional surgidos en el período de entre guerras, siendo conocido por ser una de las figuras más puras, rectas y nobles de su tiempo. Un hombre que impactaba con su sola presencia, quien fue consecuente con su vida y con su palabra; me refiero a Corneliu Zelea Codreanu, líder de la Legión de San Miguel Arcángel rumana.

La Naturaleza Espiritual del Pensamiento
La naturaleza espiritual del pensamiento del “Capitán” Codreanu se basaba en una trilogía: Individuo, Nación y Dios.
Toda la doctrina del movimiento legionario rumano está impregnada de un carácter espiritual, destilando un misticismo teológico muy poco convencional que supera las contingencias inmediatas de la sociedad y la política.
El movimiento nació de sus propias raíces, no se vio influenciado como los numerosos tipos de fascismos y de nacional-socialismo que se implantaron en otras naciones, el cual si fue autoritario, pero no totalitario, nunca fue agresivamente nacionalista sino conservadoramente nacionalista.
No se apoyó en la pequeña burguesía, en los burócratas y/o en los estratos similares de la sociedad, sino más bien se basó en las masas de campesinos rumanos, en los jóvenes profesionales y estudiantes,
Según sus principios, para salvar a la sociedad hay que reconvertir, primeramente, al individuo en su desarrollo intelectual y espiritual para avanzar hasta las masas populares que forman la nación.
Es aquí en EL INDIVIDUO, donde surge el misticismo legionario al promover la reforma interior, las normas éticas y morales de la religión cristiana, vuelta a los principios de responsabilidad, coraje y sacrificio, imprimiendo el valor de la dignidad, respeto a los demás, comprensión y amor. Así, cambiando el espíritu del hombre, se conseguirá cambiar la cara de la sociedad, de la nación y del mundo.
LA NACIÓN, se concibe como un ente vivo, siendo una comunidad de sentimientos, de esperanzas donde se busca que todos vivan en armonía y en el sentimiento común de un mismo fin.
Por último, es DIOS el tercer objetivo, que es a la vez el principio y el fin del devenir del hombre.
Se trata, simplemente, de restablecer, volver al orden a través de una renovación profunda, uniendo al individuo con su nación a través de los caminos de la espiritualidad religiosa. De este modo, el movimiento, actuando desde sus unidades de base, los Cuibs (nidos), impulsarán el nuevo orden político-social basándose en las leyes fundamentales, síntesis del resurgir. Estas leyes son: la disciplina, el trabajo, el silencio, la educación, la ayudad mutua y el honor.
Codreanu dijo que en todo organismo existen tres principios: la formala fuerza vital el espíritu, que viene a simbolizar lo mismo a que una nación, y un movimiento renovador pueden desarrollarse haciendo recaer el acento, mayormente, en uno y otro de los tres principios. Según sus propias palabras, el punto de partida para Rumanía era el elemento espiritual, desde donde se quería partir para el cambio, y por espíritu, el Capitán comprendía algo que tenía referencia también con los valores propiamente religiosos y ascéticos.
Una profunda renovación que parta desde lo interior del individuo y se dirija, sobre todo, en contra de aquello que obedece al deseo de lucro, al bajo interés, a la politiquería, como al mercantilismo de la ciudad como premisa esencial. Así pues, los legionarios querían no ser tanto un partido sino UN MOVIMIENTO.
Las Seis Leyes Fundamentales en un CUIB
  1. La ley de la disciplina.- Sé legionario disciplinado, que sólo de este modo saldrás victorioso, sigue a tu jefe en la buena y en la mala fortuna.
  1. La ley del trabajo.- Trabaja, trabaja cada día, trabaja con amor, que la recompensa del trabajo no sea la ganancia, sino la satisfacción de haber puesto un ladrillo para gloria de la legión y el florecimiento de Rumanía.
  1. La ley del silencio.- Habla poco, sólo cuando sea necesario y cuanto sea necesario; tu oratoria es la oratoria de la acción. Tú obra, deja a los otros para que hablen.
  1. La ley de la educación.- Debes convertirte en otro, en héroe. Haz tu escuela toda en el Cuib, conoce bien la legión.
  1. La ley de la ayuda recíproca.- Ayuda al hermano al que le haya ocurrido una desgracia, no lo abandones.
  1. La ley del honor.- Camina solamente por la vía del honor, lucha y nunca seas vil, deja a otros las vías de la infamia. Antes que vencer por medio de una infamia, mejor caer luchando por el camino del honor.
No sólo la plegaria, sino también el ayuno eran practicados. Para los llamados jefes y los legionarios en sí se les aplicaba un voluntarioso estilo de austeridad.
Algunas de las normas legionarias, por ejemplo, decían nunca mostrarse en público divirtiéndose en teatros y/o fiestas profanas, ni hacer ostentación de lujo o de riquezas; despreciará el lujo, que considerará fundado en una inclinación espiritual hacia la deshonestidad; la existencia de una especial mística para con sus muertos; el legionario cuando habla y cuando escribe, debe ser breve, claro y preciso; un legionario mira derecho a los ojos, los ojos no mienten. Su rostro está lleno de esperanza; el legionario juzgará a las personas según su alma. Hay muchos que visten pobremente y que esconden bajo sus modestas ropas tesoros de oro en el corazón en nuestra organización no puede creer los que sean hombres de honor.
Y agregaba que “un legionario cree en dios y ora por la victoria de la legión. No se olvide que nosotros, estamos aquí, en esta tierra por voluntad de Dios y bendición de la Iglesia. En torno a los altares de la Iglesia se han encontrado reunidos miles de veces, en tiempos de dolor y dificultades, la gente de estas tierras, mujeres, niños y viejos, con la perfecta conciencia de que aquél era el último refugio posible. Y hoy, nosotros estamos prestos a reunirnos alrededor de los altares como en los tiempos de los grandes peligros, para recibir de rodillas, la bendición de Dios”; “en la legión no se admite decir: “me enfado, me marcho”; “un legionario cuando ingresa a la legión dice “para mí no quiero nada”.
Escrito por Miguel Usseglio
Fuentes
– El Manual del Jefe – Corneliu Zelea Codreanu
– Declaración de los Legionarios Rumanos – Horia Sima
– Mi encuentro con Codreany – Julius Evola
– Diario de la Cárcel – Corneliu Zelea Codreanu

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