Ahora que están de moda los grupos ultras en el deporte (por cierto, DEP Jimmy), me gustaría hacer una breve reflexión sobre el grupo neonazi más numeroso y peligroso de España, el Frente Atlético, peña del Atlético de Madrid, como muchos sabrán, equipo fundado el 26 de abril de 1903 con el nombre de Athletic Club de Madrid, ya que fue creado por unos jóvenes vascos simpatizantes del Athletic Club pertenecientes a la Escuela Especial de Ingenieros de Minas, entre ellos, Eduardo de Acha.
Todo comenzó el 8 de abril de 1903. Ese día se disputó en el Hipódromo madrileño la primera final del Campeonato de España de football, entre el Madrid C. F. y el Athletic Club. Ganaron los bilbaínos y entre los 5.000 espectadores que contemplaban el partido se produjeron ciertos incidentes debido a los comentarios antivascos de parte de los aficionados. Entre los ofendidos se encontraba Eduardo de Acha, que comenzó a incubarla idea de crear en la capital un club que
agrupara a los muchos vascos que, como él, residían en la capital. Ése fue el origen del Atlético. (ver enlace entero)
Se puede decir pues, que el Atlético de Madrid, hoy emblema del nacionalismo español y vascófobo más extremo, es el hijo bastardo del Athletic Club de Bilbao. Seguramente si Eduardo de Acha levantara la cabeza, se llevaría una infinita decepción por ver en qué se ha convertido aquel proyecto vasco en la capital. Se revolverá en su tumba viendo esa peña neonazi que se coloca domingo tras domingo en el fondo para gritar “vascos, vascos, hemos venido a acuchillaros y el resultado nos da igual” en referencia al aficionado vasco de la Real Sociedad asesinado por este grupo de infrahumanos. Seguramente, si Eduardo de Acha viera esto, y tuviera la capacidad de volver al pasado, corregiría ese gran error que fue engendrar un invento vasco en Madrid como contrapunto a las actitudes vascófobas en los partidos de la capital.
Pero existe una maravillosa contradicción en esta triste historia que en poco más de cien años parece haber dado un giro completo. El Frente Atlético, como expresión extrema del nacionalismo español más fascista, defiende de manera ultraortodoxa los principios de este nacionalismo de estado, solo existe una nación, la española, y la nación vasca no existe, solo existen las provincias vascongadas que pertenecen y pertenecerán siempre a España. Euskal Herria por tanto es un invento de nacionalistas vascos que se quieren anexionar Navarra, cuando los navarros son navarros y nunca han sido vascos.
Partiendo de esta lógica, resulta llamativo que cuando el Club Atlético Osasuna (único equipo con nombre vasco, por cierto) jugaba en el calderón, era muy frecuente escuchar el cántico “Puto vasco el que no bote”. ¿En qué quedamos, no eran vascos solo los de las vascongadas? Osasuna es un equipo de la Comunidad Foral de Navarra. Llama la atención también que los cánticos ofensivos contra Aitor Zabaleta no se escuchen solamente cuando juega la Real Sociedad, sino también en los partidos del Athletic y Osasuna. ¿Por qué razón el Frente Atlético usa cánticos vascófobos contra estos tres equipos y no solo insulta a Zabaleta contra la Real Sociedad? ¿Está asumiendo el Frente Atlético la existencia de un ente formado por personas con una realidad histórica, cultural y lingüística más allá de la realidad administrativa marcada jurídicamente en el estado español? ¿No está haciendo el Frente Atlético con estas actitudes sino reconocer la existencia de Euskal Herria? Es más, tan recurrente como el “puto vasco el que no bote” en el Calderón es el grito “No nos engañan, vascongadas es España”. Si en una franja de 90 minutos, el Frente Atlético es capaz de decir que los vascos son putos, y a la vez afirmar que los vascos únicamente son españoles, ¿Estaría el Frente Atlético refiriéndose a “putos españoles”? Ahí lo dejo.
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