FRANCISCO MARTÍN CASTILLO, "CACO", FUE UN REFERENTE EN LA OPOSICIÓN FALANGISTA A LA DICTADURA Muere "Caco" un histórico en la lucha falangista clandestina contra Franco

La Falange, la Falange auténtica, la que nació y murió con José Antonio (y no esa Falange adulterada, descafeinada y castrada  que acompañó a la Dictadura como su felpudo durante 40 años con la colaboración -justo es decirlo- de muchos falangistas que traicionaron los ideales y se vendieron al cómodo y generoso abrigo del Sistema) siempre ha sido ignorada, unas veces, maltratada otras, e incomprendida por casi todos los historiadores de España.

La Falange, la Falange auténtica, la que nació y murió con José Antonio (y no esa Falange adulterada, descafeinada y castrada  que acompañó a la Dictadura como su felpudo durante 40 años con la colaboración -justo es decirlo- de muchos falangistas que traicionaron los ideales y se vendieron al cómodo y generoso abrigo del Sistema) siempre ha sido ignorada, unas veces, maltratada otras, e incomprendida por casi todos los historiadores de España.

Uno de los episodios casi inexistentes en la bibliografía histórica de los últimos ochenta años es la de la oposición falangista al régimen del General Franco. No fueron muchos, es cierto, pero algunos dieron hasta su vida por combatir en la clandestinidad al régimen del 18 de julio, que para mayor humillación usaba sus banderas, su camisa azul y la fotografía de José Antonio como aval de muchas de sus tropelías.

En esa oposición falangista al régimen de Franco (recomiendo uno de los pocos libros al respecto, "Falangistas contra el Caudillo" del extraordinario periodista madrileño Gustavo Morales) hubo, incluso, dos condenado a muerte y fusilados por su fidelidad al pensamiento josenatoniano: Juan José Domínguez, que atentó contra el general Varela lanzando una granada en la bilbaína Basílica de Begoña, fue uno de ellos.

Portada libro de Gustavo Morales

Desde que Manuel Hedilla (jefe nacional de la Falange tras la muerte de José Antonio) fuera condenado a muerte por el general Franco, muchos han sido los intentos de oposición falangista a la dictadura: peronajes de la talla  intelectual de Dionisio Ridruejo, Narciso Perales, Patricio González de Canales, Emilio Rodríguez Tarduchy, Gonzalo Torrente Ballester, Daniel Buhigas, José Antonio Pérez de Cabo, Pedro Laín Entralgo, Ventura López Coterilla, Gregorio Ortega, Luis de Caralt, Ramón Cazañas, Eduardo Ezquer, Eugenio D´Ors, Luis Felipe Vivanco o Luis Rosales, se conjuraron para acabar con el régimen y para atentar contra Franco y Serrano Suñer (a quien culpaban, con toda razón de haber vendido la Falange a Franco, conjuntamente con Raimundo Fernández Cuesta y la propia Pilar Primo de Rivera, hermana de José Antonio).

Una de las acciones más sonadas de la oposición falangista a la Dictadura la llevó a cabo Manuel Cepeda un veinte de noviembre, cuando ordenó a su escuadra dar la espalda al dictador.

Muchos de ellos permanecieron fieles al falangismo hasta sus últimos días. Otros evolucionaron políticamente y terminaron afiliados al PSOE e incluso al PCE.

Más allá de un excelente libro del periodista Gustavo Morales -que aprovecho para recomendar- "Falangistas contra el Caudillo", poco o nada se ha escrito sobre estos falangistas que acabaron compartiendo celdas con comunistas, anarquistas y socialistas represaliados por Franco.

Hoy ha muerto Francisco Martín Castillo (para sus camaradas "Caco") uno de esos falangistas que durante el franquismo entregó toda su juventud a la lucha contra la Dictadura. Después, en la Transición, "Caco" militó en la democrática Falange Española de la JONS (Auténtica) que lideraba Pedro Conde, un partido que llegó a concurrir a los primeros comicios electorales y que presentaba la imagen de una Falange democrática, de izquierdas y entusiasmada con el proyecto democrático que se iniciaba en España (acaso por eso los servicios secretos del Estado, dirigidos por Martín Villa, acabaron con el partido político).

Después, Francisco Martín Castillo,"Caco" se dedicó a escribir, dar conferencias e intentar limpiar el nombre de José Antonio de la basura derechoide que durante cuarenta años le cayó encima.

Francisco Martín Castillo,"Caco", era además un excelente dibujante. 

Como dice la oración falangista a sus muertos "que Dios te conceda el eterno descando y a nosotros nos lo niegue hasta que sepamos ganar para España la cosecha que lleva tu muerte".

Nuestro pésame a la viuda e hijos de un hombre bueno que murió como había vivido, soñando una España ancha y justa para todos.