Las pintadas dicen: «Fuera los rosarios de nuestros ovarios» y «Os beberéis la sangre de nuestros abortos». Dos lindezas, como se puede comprobar. Además, los mosaicos que lucen a ambos lados del portón de salida de la hermandad, que representan al Cristo de Los Favores y a la Virgen de la Misericordia, 'La Greñúa', «han sido apedreados a conciencia», relató Paco Cordones, hermano mayor de Los Favores.
Añadió que «la verdad es que en el barrio siempre hemos convivido gente de todo tipo: musulmanes, cristianos, las monjas, gente de otras etnias y países, y hasta ahora nunca ha habido atentados a la iglesia No sé por qué. El otro día vi la mezquita del Albaicín, de blanco y preciosa. ¿Por qué tienen que atentar contra nosotros? No lo sé», se responde. «El respeto es algo muy importante para vivir en sociedad. No es ya solo atentar contra la iglesia y nuestras creencias, es la historia, el monumento, la falta de respeto y de querer vivir todos en paz».
Piedad Cardenete, presidenta de la Asociación de Vecinos del Realejo, añadió que «también hay dolor por la falta de respeto al patrimonio, a la historia a nuestra cultura. Mira que han pasado siglos que hemos vivido en paz entre todos. Es una cuestión de civismo. No quiero decir que hayan sido unos u otros, decimos que quienes han sido son unos incívicos, unos irrespetuosos que alteran la convivencia pacífica. Al igual que ocurre en el Albaicín, en el Arco de las Pesas, por ejemplo».
No es solo la iglesia de San Cecilio, «la falta de respeto se extiende» e informan que la parte trasera de la Escuela de Arquitectura, recién inaugurada, también es pasto de las pintadas. Esta vez dice: «Sin estudiantes no hay profesores. Sin trabajadores no hay explotadores». Si en San Cecilio la firma es un símbolo feminista, en este es anarquista
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